Ventiladores de chimenea

¿Qué son los ventiladores de chimenea?

Los ventiladores de chimenea se utilizan tanto para aspirar el humo como para evitar que éste se propague por toda la casa. De esta manera, el aire queda limpio, libre de humo, y disminuye la presencia de los gases tóxicos que puede generar la combustión. En consecuencia, aumenta la calidad de la calefacción y protege la salud de todos aquellos que estén en la estancia.

Algunas chimeneas, ya vienen con estos ventiladores instalados. Si no fuera el caso, se pueden incorporar a su instalación de forma independiente y aumentar, con ello, la eficiencia de nuestra chimenea. En cualquier caso, y según sea el tipo de chimenea, se consigue una distribución del calor más homogénea y un menor consumo de combustible, lo cual se traduce en una mayor efectividad y ahorro.

Pero, antes de realizar cualquier instalación, se ha de tener en cuenta las características de nuestra chimenea. Por eso, desde Pierre Chimen, recomendamos siempre contar con la ayuda de un profesional que tenga en cuenta todos los factores, y que nos aconseje en todo el proceso e instalación.

¿Cómo funcionan?

Los ventiladores de chimenea extraen el aire frío, situado en la parte más baja, lo canalizan y hacen que se caliente al pasar por la estufa. Para, una vez calentado, expulsarlo hacia el exterior.

Es un accesorio pensado para aumentar la eficiencia del conducto y optimizar el aprovechamiento del calor conseguido en la combustión. Según los expertos, el rendimiento de estufas y chimeneas con ventilador incorporado, puede llegar hasta un 30% superior a lo normal. Esto significa un mantenimiento del calor recibido por mucho menos coste, ya que necesitará menos combustible.  De igual modo, no cambia ni altera en absoluto el funcionamiento de nuestra chimenea, ya que es sólo un accesorio más.

¿Qué tipos de ventiladores de chimenea podemos encontrar?

La mayor parte de los modelos son eléctricos. Su sistema se compone de un motor encargado de activar las aspas que, en algunos casos, puede venir acompañado por un regulador o termostato que permite ajustar la velocidad, y con ello la sensación térmica de la estancia, en todo momento.

Aunque, también se han creado modelos nuevos que funcionan mediante energía calórica generada gracias a la variación de temperatura y que no necesitan ser enchufados. Lo que supone que ya no sea necesario el consumo eléctrico y, en consecuencia, esto se traduce en un mayor ahorro de energía.